11 de septiembre de 2007

¿Y ahora qué pasa?


Es el desequilibrio de siempre...
No sé...

Quizás es simplemente un mecanismo de defensa...

En algún momento he pensado en que es un tontería...

¿A qué se lo atribuyo?...

¿Interno? ¿Externo?

No sé...

Sólo sé que estoy harto...


8 de septiembre de 2007

Esperando un taxi


12:00am. He llegado a la parada del bus. Las calles están humedas y el vientecillo travieso se cuela por todos los senderos. Al frente un puesto de comida; la gente se reune, disfruta, ríe. He de suponer que están compartiendo muchas emociones. Algunos en familia; otros más, entre amigos y una que otra parejita confesándose su amor.
12:10am. Empiezo a sospechar que el bus no pasará. Platico con el aire sobre las posibilidades de pensar en ella. Sobre cómo la tengo ya marcada en mi espíritu por toda la eternidad. Sueño, creo, imagino... y me emociono.
12:20am. Es definitivo, el bus no pasará ya más a esta hora. Es tiempo de la resignación y de la "mea culpa".
12:30am. Nuevamente parado en la esquina de la "discordia". ¡Cómo odio estar aquí! Veo cómo pasan los autos, uno tras otro. Se detienen cuando el semáforo de sonroja. Puedo ver rostros de diversas edades, de diversas clases. Unos rostros hablan de cansancio, de un día invertido, a lo mejor, en tratar de llevar a casa el pan. Otros más hablan de diversión, de una noche que apenas empieza. Otros tantos comunican picardía, pecado.
12:40am. La decepción empieza a desgarrar mis entrañas. Muchísimos taxis pasan ya ocupados. Personas como yo, que se han visto en la necesidad de tomar un taxi para llegar a casa y descansar. Es tarde ya, y el sueño y el cansancio danzan a mis pies; es tan infantil verlos bailar.
12:50am. ¡Por fin! Estoy ya en un taxi: joven, como de unos 26 ó 27 años; casado; trabajando para mantener a su esposa y a sus hijos; soñando, quizás, con los fantasmas del pasado. No habla, sólo conduce. Ve al horizonte como si viera su futuro, ¿qué imaginaría? No lo sé; pero ahora debe pensar en llevarme a mi destino.
01:00am. He llegado a casa, y me detengo en la puerta, mientras busco mis llaves en los bolsillos, a pensar acerca de los taxistas. Tantos y tantos, cuántos sueños, cuántas ilusiones, cuántas ganas, cuánto desgano, cuántas alegrías, cuántas frustaciones, cuántas vidas compartidas.
01:10am. Es hora de dormir. Pero me queda el recuerdo de todos aquellos que han sacrificado algo (tiempo, sueño, familia) con tal de prestar un servicio en pro de sus familias y de sus necesidades.

7 de septiembre de 2007

Desequilibrio por unos besos


Los caminos me han llevado a tu espíritu. En algún momento trate de alejarme de ti; el miedo y el disgusto por cambiar me obligaban. Ahora me encuentro persiguiéndote entre las sombras y los sueños. ¡Me has hechizado!

Aún recuerdo tus pasos y el contoneo de tus caderas que marcaban los latidos de mi corazón. Tus labios rojos jamás besados por amor. Me obsesioné lentamente con tu escondida figura, que tímidamente se ocultaba detrás de las prendas que tenían la dicha de cubrir tu cuerpo. Me maravillaba verte entre tus libros, entre libretas y entre lápices. Me conquistaste sin conquistarme. No dejaba de soñar en ti, me intrigaba tu ser.

Ahora, ¡ahora! Me encuentro derrapando por los senderos que pisas. Respiro el aire que dejas al suspirar. Bebo de ti, de tu aliento cálido y tenue, lleno de colores pastel. No quiero a nadie más sino a ti, a tu espíritu, a tu piel. Comer, beber, sentir, vivir... ¡todo de ti! De tus manos, de tus labios. De tus senderos ocultos jamás explorados... ¡De tu santidad! Mi primer pensamiento eres tú, inmolado para honrar tu belleza. Ansio, ansío tanto asirte entre mis brazos, tenerte muy cerca, como un solo cuerpo.

Me encanta ese momento, donde el tiempo se detiene. Un labio sobre un labio, romanticismo impera sobre el cielo. ¡Ahí suspiro! ¡Ah! ¡Cómo deseo ser una sola piel! Pero espero, espero a que Dios nos dé su bendición.

Sí, lo confieso: ¡estoy loco por ti! Cada día mucho más. Pienso en ti a todas horas, a cada minuto, a cada segundo. Camino y únicamente espero el momento en que pueda estar a tu lado.

¡Desequilibrado por unos besos!

6 de septiembre de 2007

¿Y las letras dónde?


"¿Y las letras dónde?", me pregunté seriamente un día en que la lluvia empañaba al sol bajo sus nubes. "No sé", me respondí de manera tajante. "Espera, no crees que deberíamos salir a buscarlas". "Tal vez, pero no tengo muchas ganas por ahora; recuerda que en ocasiones son ellas mismas las que llegan". Me quedé pensando por varios minutos hasta que alguien tocó a la puerta. Mis ánimos por levantar mi existencia del lecho de la tristeza no eran los más indicados. "Definitivamente no abriré".
El tiempo seguía transcurriendo tan lento como el caminar de las caracoles. "¿Y las letras dónde?", volvió a preguntar insistentemente mi inconsciente consciente. "No sé", respondí refunfuñando, "puedes dejarme en paz un momento". "Sólo me gustaría saber y las letras dónde"."No sé".
El caminar de las horas continuaron su curso, siempre adelante. Al cabo de un par de horas (o al menos eso creo), nuevamente, ahí estaba de nuevo esa voz quisquillosa, como de antaño, insistiendo en los puntos perdidos de la mente andante: "¿y las letras dónde?". Preso de una furia desmedida, desencajando, respondí gritando a los fantasmas inexistentes: "¡en las paredes, en las aves, en los ojos tristes o alegres de un amante, en las nubes, en la belleza intocable de un amor, en Dios!". Cansado por el gran esfuerzo, caí de bruces sobre la terrible agonía, que sin siquiera dejar suspirar rompió en llanto. "Y si sabes dónde encontrarlas, ¿no deberías ir a cazarlas?".
Y heme aquí...

27 de mayo de 2007

Son las 8:30pm del día 27 de enero de 2007 y me encuentro viendo el partido del América contra el Pachuca por el campeonato de México. Estoy un poco nervioso y molesto porqué no veo que se esté cerca de empatar el marcador adverso de 2 - 1 del partido pasado.

Al tiempo que veo el partido, no puedo dejar de pensar en mi familia, en mis estudios, pero especialmente en mi grandiosa novia. ¿Dónde está ella ahora? Se encuentra estudiando para su primer examen final del último semestre de su licenciatura. ¡Qué emoción y qué responsabilidad al mismo tiempo! Su licenciatura la compromete y por ende a mí, ya que no es sólo una carrera que la faculta para desempeñarse como una gran profesional, sino que le exige una coherencia de vida. Y es que así es, la Licenciatura en Ciencias de la Familia no es para menos. Es una gran carrera, que la verdad, es necesaria para las exigencias del mundo actual.

Cada una de las palabras que tengo para dicha licenciatura será siempre de grandeza, y es que es una de las mejores (corrijo, la mejor) carrera que pueda existe en todo el mundo. Sinceramente te transforma a lo largo de cada uno de los semestres, te exige, te compromete y te hace crecer no únicamente de manera profesiona, sino personal. Lo más importante sobre todas las cosas, es que se dedica a defender lo más importante en nuestra sociedad actual: la familia.

La familia está pasando por momentos cada vez más complicados, justo ahora se le ataca y se le desvalora; y hace falta un profesional que la proteja, y la proteja no sólo con argumentos profesionales, si no con la bandera de la verdad.

¡Ánimo! Agradezco a mi novia por todo lo que me ha enseñado a lo largo de los cuatro años, por todo lo que me ha "obligado" (a veces tenía que rezongar) a crecer como persona, por enseñarme la verdad, por darme argumentos para poder ser testimonio en el ámbito donde me muevo. Sé que será una gran profesional, una gran Licenciada en Ciencias de la Familia. Y sé que seremos ejemplo para este mundo. Mucho éxito; que Dios te acompañe en tu vida profesional.

Con mucho amor para la LCF Dulce Ofelia Rodríguez Alcocer.

3 de febrero de 2007

Cenotillo

Febrero 3, 2007.

Había despertado con muchísima dificultad. Inclusive, a pesar de que el celular había sonado para despertarme, yo opté por "tomarme cinco minutos más". A pesar de la desvelada de anoche, yo estaba consciente en que tenía que ir, ya que mis ganas hacía me lo hacían saber.

Después de esos cinco minutillos, me levanté y me cambié, desayuné sólamente un vaso de leche y me fui directamente a la facultad de medicina. Nada anormal: médicos, veterinarios, odontólogos, rehabilitadores y Mónica y yo (psicólogos). Salimos casi inmediatamente para Cenotillo. ¡Un poquitín lejos! Sin embargo, durante el camino me pusé a pensar en muchas cosas, tantas que ya ni recuerdo. La única memoria que conservo es el sentimiento de estar un poco en paz al ver los árboles pasar a través de mi ventana, de simplemente estar contento por hacer lo que quería hacer. Platica entre psicólogos y a veces junto con los médicos. Al fin y al cabo de 2 horas, aproximadamente, llegamos a Cenotillo.

Desgraciadamente para mí únicamente pude tratar un caso; bueno, era como un caso con dos incluídos: una hija con problemas de aprendizaje y una señora. Con la niña no había mucho qué hacer, más que recomendar que la vea el psicólogo que asistía a su escuela; aunque confieso que aún me falta aprender a manejar casos cuando éstos son niños, me es mucho más fácil los adultos. En esta ocasión en particular, decidí dar una introducción donde le exponía a la señora que ahí era "su" espacio, que podría expresarse de la manera que guste y de lo que quisiera hablar"; es entonces cuando surgió el tema de su casa y su esposo (curioso, porqué la señora exclusivamente fue por lo de su hija). Este fue un caso, que aunque me había topado antes, traté de manejarlo de manera distinta. Hablamos por un rato, y entonces me fui dando cuenta que hablaba sobre su esposo y sobre sus hijos y muy poco de sí. Entonces, en un momento dado le dije esa situación para que fuera consciente. Se sorprendió un poco, pero fue muy trabajoso, ya que la señora mantenía como prioridad a sus hijas y a su esposo, aún cuando manifestó que estar a su lado era una tortura, por encima de su propia felicidad. Llegó un momento en que vi la necesidad de confrontarla de manera directa en cuanto a su felicidad o infelicidad. Reflexionó un poco, y se retiró. Para mí fue un poco conflictivo después, ya que confrontar a alguien de manera tan directa nunca antes lo había hecho. Fue difícil, pero sé que me llevará a pulir la técnica. Lo único que sí remarqué con mucho énfasis fue que la decisión sólo ella lo podía tomar, que el papel del psicólogo no es decirlo lo que tenía que hacer, sino hacerle reconocer sus problemas y que ella misma tomará la iniciativa de su propia vida.

Después de ese caso, no hubo más. Lo nuevo, por el lado de Mónica, es que me sorprendió por el hecho de ya manejar nuevos niveles dentro de la consulta clínica, como es el caso de diagnóstico en base al DSM-IV. ¡Sorprendente! Fue capaz de reconocer ciertas características en una persona que le llevaron a una clasificación. Aunque le causó conflicto el hecho de referir a alguien, diagnosticando algo y firmando ella, le hice darse cuenta que no tenía que estar preocupada, sino por el contrario, contenta porqué ya era capaz de eso. ¡Felicidades, Mónica!

De ahí, estuvimos esperando que los médicos terminaran de dar consulta y nos fuimos a comer. Cenotillo se nos quedará como un grato recuerdo, ya que se organizó una "mini fiesta", donde dieron tacos de cochinita, nos dieron cerveza y cocas. ¡Fue divertido! A causa de eso nos estábamos quitando de la comunidad a las 5pm, cuando el común es que a las 2, máxime 3pm, estemos en camino de nuevo a Mérida. Además, pasamos a Izamal, ya que una de las médicos que nos acompañaban era de ahí. Conocimos su casa, ¡y nos dieron tamales! Al fin y al cabo llegamos a Mérida casi a las 7pm. ¡Pero bien valió la pena!

26 de diciembre de 2006

Fiestecillas Navideñas

Cada navidad tiene un toque distinto. Cada navidad es totalmente diferente. Es una lástima que últimamente el verdadero sentido se esté perdiendo, aunque en algunos hogares aún se conserva. Al menos en el mío lo intentamos.

Creo que nuestra celebración de la navidad ha ido madurando poco a poco. Claro está que poco a poco cada uno de los integrantes ha ido madurando. Desde ahí ya es un buen regalo. En estas navidades hemos hecho el "ritual" del arrullo del niño y lo hemos puesto todos, como familia, en el nacimiento. Fue un gesto muy lindo. Creo que la mayoría entendimos el significado de ese momento. Aunque le fue un poco más difícil a un miembro de la familia, se integró y participó. Todo en general fue muy significativo. ¿La mejor parte? Pues, mi novia ha llegado a casa para, igual convivir un poco con la familia. Igual en ello se ha ido madurando, a pesar de las dificultades iniciales. ¡Ya era tiempo!

Creo que ha sido un buen presente para el Niño Dios, el convivir como familia. ¿Regalos? Pues, algunos. Bueno, de hecho, casi todos recibieron, con excepción de mi hermanita y yo; pero eso no importa, creo que recibí los mejores: el estar al lado de las personas que más quiero... Aunque a veces no nos llevemos como queramos.

9 de diciembre de 2006

Católico en el mundo...


Un día de ocio normal, y he entrado a ver algunos de las diversas discusiones que hay entre los jóvenes, y uno ha llamado mi atención: el cristiano en el mundo.


Ése es un tema que he platicado hace poco con mi novia. Se hizo interesante, ella, a punto de ser ya Licenciada en Ciencias de la Familia; yo, estudiante de Psicología. Dos visiones, dos mundos diferentes. ¡Complementariedad!


He manifestado mi descontento con la manera de proceder de muchos católicos (y digo muchos, únicamente basado en los que conosco y que sé que son comprometidos), ante temas que son controvertidos y "puntiagudos". Aunque claro, se entiende si se ve que proceden bajo la consigna de "aquí corrió que aquí murió". Es decir, por falta de conocimiento se prefiere una retirada caballerosa, que un enfrentamiento en temas, por demás, desconocidos.


Pero, ¿a qué temas me refiero? Sexualidad, homosexualidad, métodos anticonceptivos, hijos, eutanasia y muchos temas más que hacen "ruido" en nuestra conciencia. Como todos (sí, todos), sabemos que una sexualidad promiscua es mala, que la homosexualidad es una enfermedad, que los métodos anticonceptivos no están permitidos, que los hijos son los que Dios quiera, que no hay que permitir la eutanasia, etc., pero no sabemos el exactamente por qué. Bueno, uno que otro "atrevido" lo sabe.


A qué me refiero con esto. Que los católicos, todos los católicos, debemos estar preparados para poder "defender" nuestras posturas con argumentos sólidos y racionales, sin deificarlos. No es que me esté poniendo contra Dios, no confundan, sino que los argumentos que hacen referencia a Dios, casi siempre, se rechazan y no se aceptan. Es tiempo de empezar a ser del mundo, y no retraernos en una "burbujita" tratando de no inmiscuirnos en esos temas. ¿Recuerdan que "la verdad os hará libres"? Nuestro ejemplo puede ser una excelente testimonio. Nuestra verdad puede marcar brecha, quizá no cambiar conciencias, pero sí harán "ruido" en las conciencias.

Gracias a que me estoy formando en una universidad laica, donde la psicología es la más "mundana" que pueda existir es que me surgió esta inquietud; pero no he querido retraerme y no entrar al "combate" de ideas. Muy por el contrario, con ayuda de mi novia y por mí mismo, he ido aprendiendo cada vez más. He conocido ambas posturas, sé algunos porqués y algunos contras. No todos, la verdad es que me gustaría saber más y más, poder conocer y poder "defender".


Lo único en lo que quiero reflexionar es sobre la actitud del católico en la modernidad. No podemos seguir mostrándonos "mochos" o "anticuados" (aunque esos calificativos son de fuera, no nuestros), o seguir siendo ignorantes en diversos temas. De todas maneras, aún conociendo esto quizás todo seguira siendo igual, pero al menos estaremos haciendo "ruido". Recuerden que millones de gotitas es lo que hace el mar. Es claro que esto es un llamado especial para los jóvenes. Somos los que más nos enfrentamos con estos temas, los que vivimos a diario esta situación.


Común se está volviendo escuchar que un amigo o amiga nuestra cuenta que está empezando a tener relaciones sexuales; o que se promueve el uso de anticonceptivos sin ton ni son; o que alguien cercano ha declarado ser homosexual. Así como éstos, hay muchos más. ¿Cuál es la reacción común? Un alejamiento de esos tema "impuros", pero no tenemos los argumentos para poder "combatirlos". Es tiempo de cambiar esta "triste" concepción de los católicos. Hay que transformar nuestro mundo. Hay que marcar brecha. Ser parte del "mundo", siendo del "mundo", pero marcando diferencia.

7 de diciembre de 2006

La ventana...

¿Nunca les ha pasado que estando en casa al mirar una ventana ven el cielo con nubes grises amenazantes con la lluvia, atemorizantes; mientras que al mirar hacia otra ventana, opuesta a la anterior, ven el cielo azul con unos rayos de sol hermosos, que iluminan cada espacio por donde van?

Dos ventanas, pero el mismo cielo. Por un lado la parte oscura, tenebrosa. Por otro, la iluminada, alegre.


Así es la vida, bajo sus dos vertientes. A veces seré difícil, a veces será maravillosa. Cuando estamos en los momento de mayor complicación, renegamos a todo lo que antes teníamos. Peleamos, sufrimos, lloramos. Estamos mojándonos en la ignominia. El cielo sombrío nos impide ver el sol, y nos pasamos esos momentos cabizbajos, olvidándonos que es nuestra vida, y que así como el cielo puede tener dos "rostros", nuestra vida también las tiene. En los momento de mayor dificultad, olvidamos que antes de esta lluvia brillaba el sol en demasía, y que segurmante volverá a brillar pasada la tormenta...


Entonces, ¿por qué dejarnos abatir por la tristeza? Si después el cielo mostrará sus mejores galas, pintará un arcoirir y el cielo será mucho más brillante que antes. Quizás pocos lo entiendan, pero el oro no sería oro, si antes no se funde.

6 de diciembre de 2006

Apatía

¿A dónde van los mexicanos con su sentimiento de apatía? He empezado a reflexionar sobre esta situación hoy, que es un día particularmente interesante.

La cuota del transporte público tiene un incremento. Hoy, diversos líderes estudiantiles han convocado a una marcha para protestar contra esta medida. Pero, ¿cuántos no estarán pensando lo mismo que yo? Sí, lo acepto, ¡no voy a ir! ¿El motivo? Pues, no creo que vayan a bajar el pasaje después de un día de haberlo subido. Además, ¿qué sentido tiene ir a hacer revueltas? Digo, quizás se quiera exigir un mejor servicio si ya le subieron, pero, ¡qué apatía ir a caminar por las calles gritando consignas y peticiones? Quizás esa misma apatía que a mí me invade, también la tengan los que ostentan el poder...

Entonces, surge la gran pregunta de los sesenta mil: ¿a dónde van los mexicanos con su sentimiento de apatía? Así como a mí, a varios centenares de mexicanos les gana la apatía antes de hacer algo que podría tener un fin distinto si obtaran por hacer alguna petición. "¿Para qué? Si de todas maneras no me van a hacer caso?", "¡qué pérdida de tiempo!", "la neta, qué flojera". Y así, como éstas, muchas otras consignas que se levantan para no ir a exigir lo que nos corresponde por derecho. ¿Hasta cuándo vamos a permitir que los demás pasen por encima de nosotros, únicamente por ser apáticos en el momento de exigir lo que nos correspondo?

Claro que está con sus respectivos límites. Si algo hay que rescatar del movimiento de la APPO, es eso, su afán de lucha de no quedarse inertes ante las injusticias. Pero para su desgracia y la del país, ésta se desvirtuó y empezaron con los desmanes.

Entonces, ¿a dónde vamos con este afán? ¡Alzemos la voz! (Chispas, hasta parezco comercial). Pero es cierto, a veces la apatía nos invade en exceso. Tenemos que responsabilizarnos de las cosas, aún cuando a nosotros no nos sucede diréctamente. Eso de que "me da igual", o "a mí no me afecta en gran medida", son puras patrañas; no es nada más que apatía ante una realidad que exige una respuesta.

¡Ya basta de la apatía mundial! Muchos ya están despertando. Que no nos gane la apatía al ver que, en un principio, nuestra voz sólo parece eco, pero sin respuesta. ¡Hay que seguir!

Pero, eso sí. Hay que analizar seriamente las cosas antes de hacer barbaridades. No hagamos movimientos viscerales, llevados nada más por lo que sintamos en el momento. Si notamos injusticia, analizamos si ésta en verdad existe, y si las pruebas así lo aprueban... ¡No se queden callados!

Venga... ¡Por un mundo mejor!

5 de diciembre de 2006

Extraño en un mundo de extraños...

Hoy he despertado, y por un momento creí estar en otro lugar. He mirado a la ventana y he visto todo color rojo; en los cristales, algunas gotas luchaban por no dejarse vencer por la fuerza de la gravedad. Me he sentido extraño, enajenado.

Hago las cosas de rutina, pero no soy yo. He llegado, y veo cada alma vagante. Cada pisada un sendero, cada cual un sentido, cada cual una vida. Pero... me siento extraño. Prefiero alejarme, permanecer apartado. Ahí es el mejor lugar. Puedo ver cómo se destrozan lentamente, sutilmente. Puedo escuchar cada palabra vacía, carente de veracidad. Puedo oler el llanto y la angustia de cada uno de ellos; no lo pueden ocultar. Puedo sentir la sangre escurrir por sus manos; asesinos de sus propios semejantes. Puedo probar su desdicha, sabor soledad.

Creo no pertenecer a este mundo tan extraño. Me froto los ojos para ver un poco mejor la realidad, y alcanzo a vislumbrar cadáveres andantes, zombies sin un alma. ¡Qué angustiosa realidad!

Suena el ruido fuerte de una campana, que a lo lejos esconde su enaltecidas torres...
¡Y despierto!
He llegado a donde tenía que llegar. No veo diferencie entre sueño y realidad. ¿Por qué el mundo es así? Definitivamente me siento como un extraño en un mundo de extraños...

27 de noviembre de 2006

Caminos...

La vida es una constante toma de decisión. En todo momento tenemos que decidir sobre esto o sobre aquello. Sobre qué ropa ponernos hoy, sobre qué comeremos... o incluso sobre si estudias psicología o medicina... ¡Qué vida la nuestra que debemos decidir constantemente! Es ahí donde los animales tienen ventaja; ellos simplemente se dejan llevar por los instintos...

Nosotros no. Como seres pensantes, tendemos a debatir entre los pros y los contras de las diferentes vertientes ante las cuales tienes que decidir. ¡Y qué difícil es cuando no tienes claro el camino que quieres seguir! Cada una de las opciones se presenta con sus mejores galas: "si me decido por éste, es mucho más ligero, pero es más tardado; en cambio, si opto por éste, probablemente sea más difícil, pero será mucho más rápido". Y constantemente nos estamos debatiendo al tomar una decisión... Particularmente creo, que es precisamente eso lo que hace divertida la vida...

Pero qué sucede con situaciones muy particulares en nuestra vida como el sufrimiento, ¿ahí también podemos decidir qué camino tomar? ¡Por supuesto que sí! Muchas personas se pasan la vida sufriendo por algo que ya paso o por alguien que ya se fue, argumentando que es imposible dejar de hacerlo, que en el momento que lo hagan, morirán. ¡Claro que no! Se han acostumbrado tanto al sentimiento, que se sentirían vacíos en el momento que lo hagan. No toman la decisión de ir por un nuevo camino (aunque como psicólogo estaría en un error decir que únicamente con ello ya podrán mejorar; probablemente necesiten ayuda).

Así como ante el sufrimiento y el dolor se puede tomar una decisión, así se puede decidir sobre casi cualquier cosa. Nadie puede ser dueño de tu voluntad. Ya lo decía un gran defensor de esta verdad, Viktor E. Frankl: "puedes perder todo, pero la libertad no la perderás jamás". La libertad de decidir qué camino tomar ante una determinada situación. Él sufrió en los campos de concentración nazi, pero nunca se dejó vencer; ante ello se sobrepuso, y optó por vivir... ¡Y lo logró! No hay nada imposible en nosotros. Sólo es cuestión de voluntad y de querer...

24 de noviembre de 2006

Suspiros...

Suspiros, ¡oh, suspiros!
¡Cuántos suspiros vertidos a la eternidad!
Llevados por el velo de vuestra hermosura...

Detengaos, no os partid...
Quiero recordarlos y llevarlos en mi ser.

Suspiros, ¡oh, suspiros!
Que alimentan mi alma de ilusiones caballerescas y efímeras...

La dicha... ¡Qué dicha!
La dicha de que mis ojos se llenen de vuestra divinidad...
No soy digno, mas te observo...
Y mi mirada recorre cada rincón,
explora, pregunta, penetra...
Quisiera asir cada parte de vuestra alma...

Pero no puedo...
Mi mirada sólo observa y reclama...

¡No estáis aquí! Vives en un sueño...
"Princesa de la noche eterna, regaladme vuestro corazón".

Suspiros, ¡oh, suspiros!
Sólo me hacen desear, esperar, querer...

Pero estaís tan lejos...

23 de noviembre de 2006

El dilema del currículum...

He empezado a hacer mi currículum. Nunca imaginé que me pasaría horas y horas frente a la computadora tratande de encontrar las mejores características que puedan describirte; y es que, ¿cómo poder decir en una hoja, máxime dos, lo que eres? ¡Qué intenso!

Uno se pasa "rompiendo" la cabeza tratando de encontrar los datos correctos que llenen los vacíos que se presentan. Trato y trato, y nuevamente vuelvo a tratar de parecer sumamente interesante. Tratanto de "cuadrar" en las exigencias caballerescas del actual ambiente laboral... Pero, ¡qué más! Uno lo hace con la ilusión de estar invirtiendo en su futuro, de que mañana el sol salga más brillante...

Y realmente espero que así sea...

22 de noviembre de 2006

Sueños efímeros... Sueñor reales

No podía contener las lágrimas; pero tenía que hacerlo. Y no por vergüenza, sino porque es parte de mi esencia. Mi corazón estaba concrito, pensando en la realidad de nuestro mundo, en cómo aquellos, a quienes deberías amar, son los más pisoteados... Pero lo más impresionante, es ver cómo, un simple sueño, un sueño de verano, se había de convertir en lo ahora es. ¡Ése es un gran ejemplo! Pero también, un gran aplauso a la caridad de los humanos... ¡Que sí existe! ¡Ánimo!

Ver los testimonios de tanta y tanta gente agradecida, tantas y tantas vidas transformadas, no sólo por el donativo, sino por su gran fuerza de voluntad, por el deseo de ellas de salir adelante. ¡Ésa es la gran enseñanza! Son sueños que se construyen día a día, con gran fuerza de voluntad... Aprendamos un poco de aquellos, que con su vida, nos muestran que los deseos de ser mejor se pueden cumplir, en el momento que se dejan de poner pretextos "baratos"...

¡Cuánto amor se irradia! ¡El mundo lleno de amor! ¿Cómo no llorar?

21 de noviembre de 2006

Y por demás...

Uno tiene la necesidad de separarse de la realidad de vez en cuando. ¡Es necesario! Sin esos momentos en que la realidad se ve difuminada, la vida no tendría sentido. Hay que encontrarle un sentido en el sinsentido... Y construir tu vida hacia adelante...

16 de noviembre de 2006

Hoy tengo ganas de ser cursi...

Mientras respiro en el aire el olor a arroz con leche recién hecho y el ambiente se llena con las ondas sonoras de una balada, el corazón palpita emocionado. Lo confieso, ¡hoy tengo ganas de ser cursi! Puede ser el frío y el sueter que hacen que mi cuerpo sienta esa caricia interna. Puede que mi alma quiera sentir el amor. Puede ser cualquier cosa pero, ¡hoy tengo ganas de ser cursi!


Lo cursi ha "pasado de moda". Ya no se ama a la "antigüita", con pausa, lento, con dedicación y empeño. Ahora se quieren las relaciones rápidas, las que no requieran tanto esfuerzo... Pero, ¡qué importa! Siempre habrá uno que otro "chapado a lo antaño" que tratemos de ser cursis a más no poder. Las cosas que realmente valen la pena no salen a la primera... Hay que intentar una y otra vez...


Eso del amor, verdaderamente cómo mueve al mundo. Lo detiene, lo levanta, lo ensalza, lo llena. Sin él, sólo encontramos vacío. Pero se desvitúa al amor. Se tiene como objeto de cambio, de compra - venta. ¡Qué lástima! Cuando el amor es lo maravilloso.
¡Qué dicha tener un grandioso sentimiento como el amor! Yo amo, tú amas, él ama, nosotros amamos, ustedes aman...
No tengan miedo de ser cursis... Al menos, de vez en cuando...

Plagiando...


Confesaré, soy un ladrón. He vivido robando o intentando hacerlo, trozos de vida. Uniendo, remendando, cortando y pegando; pero nunca queda bien... Confesaré, soy un ladrón.
A lo largo de estos años, he deseado fervorozamente tener una vida distinta a la mía. Me he esforzado, pero la inconstancia me pesa y me derrumba, y no me deja andar. He anhelado pisar otros suelos, volar otros cielos, subir más allá; pero me veo con los pies clavados en la tierra, sin poder dar algunos pasos... ¡Y cuando ya voy en camino!, algo sucede.
Es desesperante... Creo que me quedaré con mi cadena perpetua...

13 de noviembre de 2006

Pezzi da un sogno...

Cuéntase que se cuenta, en un país que nadie recuerda, y en lugar que nadie conoce, que historia, común y corriente, transcurrió...

La noche ella bellísima. La luz de la luna contorneaba sus figuras femeninas, a través de sus ropas transparentes. El mar bañaba sus pies, y la arena jugueteaba con sus finos dedos. El viento le iluminaba el rostro, y su mirada era el reflejo de las estrellas del cielo. ¡Era hermosísima! Era toda una venus esperando a su amado, para poder compartir con él todo su amor.

Habían sufrido mucho. Durante todo el tiempo de conocerse no habían podido amarse. La distancia los separaba. Y aún, cuando cada noche soñaban con ellos mismos, por dentro morían de amor por el otro. Sólo se habían visto en una ocasión; a través de las olas del mar. Y ese amor crecía como un huracán día con día.

A veces pensaban que no eran el único para el otro; y aunque las tentaciones a veces llegaban, tomaban fuerzas y permanecían fieles. Y el tiempo pasaba, y no podían estar juntos. Al parecer, su destino era el permanecer solos, lejos... cada cual con el corazón roto.

Caminaba muy lentamente por la playa. Sus pasos le llevaban lejos de los demás. Sólo retenía en su pensamientos su imagen. Ésa día estaba decidido a arrancarsela del corazón y dejarla ir. ¡No podía soportar más su ausencia! De repente lo vio brillar a lo lejos, pequeño, danzando sobre las olas del mar. A veces desaparecía a sus ojos, pero nuevamente salía a flote. Y llegó a la orilla de la playa... Era una botellita con algo dentro. Incrédulo, lo mantuvo entre sus manos, pensando en qué podría ser, quién lo mandaría... Destapó el corchó lentamente y, con un poco de esfuerzo, sacó la notita que estaba dentro: "Amada mía. Nunca tuve el valor de dejar estas tierras. Mi corazón estaba dispuesto, pero mi razón era muy temerosa. Te amo, en verdad te amo. Me duele muchísimo el saber que te he perdido. Que ahora estás en el cielo, velando mis sueños, que esperaste por mí, pero yo nunca me atreví a ir más allá. ¡Qué tuve pavor! Espero que esta carta inspire a muchos amores a unirse, a no dejar pasar el tiempo... ¡A entregarse al amor!. En memoria tuya. Tu amante por toda la eternidad". De sus ojos salían miles de lágrimas. Bañaba su rostro. No podía creer lo que estaba leyendo.

Salió corriendo. Las lágrimas caían a los lados de su camino. Ahora el fuego de su pecho le quemaba. Quería estar donde ella estaba. Tomo sus cosas y se puso a navegar... Hizo algunos días, y estando a punto de llegar, la vislumbró en la playa, y ella a él...
Pero una ola furtiva le pegó a la nave, y lo hizo caer. Luchaba contra las olas que le llevaban lejos, le apartaban. Ella se arrojó al mar con el afán de llevarlo al lado suyo. Estaba cerca. No podía permitir que el mar se lo arrebatara. Pero todo fue inútil... Él desapareció.

Cada día, cada noche, a cada momento recorría la playa esperando poder encontrarle... Y cierta noche, bajo la luz de la luna... ¡El apareció! No podía creerlo. Él estaba ahí. Lo llenó de besos, de abrazos, de caricias... ¡de amor!

Y ahí estaba él. Estrechando entre sus brazos a su amada... Y en una mano, la carta que tanto lo había inspirado...

Sombras...


Hoy no tengo nada "especial" para escribir. Y aún cuando ahora que empiezo a escribir las primeras letras, llegan a mi mente algunos temas, hoy, no quiero escribir sobre ellos. Hoy, simplemente quiero dejar que los dedos bailen alrededor de los teclados, y que sean ellos quienes dirijan cada palabra.


No escribí nada en algunos días, ya que salí de Mérida. He regresado nuevamente, y me he encontrado de nuevo conmigo mismo. "Hola", me dije. "¿Cómo estuviste?" "Pues, estuve", me respondí.


Hoy el sol está jugando a las escondidillas. Como niño travieso, se escondé detrás de las nubes, y de vez en vez, deja escapar unos pequeños rayos de sol. Las nubes le acompañan con su danza, y corren a través del cielo...


No, hoy no quiero escribir... Aún tengo algunos minutos para dormir un poco más.