22 de noviembre de 2006

Sueños efímeros... Sueñor reales

No podía contener las lágrimas; pero tenía que hacerlo. Y no por vergüenza, sino porque es parte de mi esencia. Mi corazón estaba concrito, pensando en la realidad de nuestro mundo, en cómo aquellos, a quienes deberías amar, son los más pisoteados... Pero lo más impresionante, es ver cómo, un simple sueño, un sueño de verano, se había de convertir en lo ahora es. ¡Ése es un gran ejemplo! Pero también, un gran aplauso a la caridad de los humanos... ¡Que sí existe! ¡Ánimo!

Ver los testimonios de tanta y tanta gente agradecida, tantas y tantas vidas transformadas, no sólo por el donativo, sino por su gran fuerza de voluntad, por el deseo de ellas de salir adelante. ¡Ésa es la gran enseñanza! Son sueños que se construyen día a día, con gran fuerza de voluntad... Aprendamos un poco de aquellos, que con su vida, nos muestran que los deseos de ser mejor se pueden cumplir, en el momento que se dejan de poner pretextos "baratos"...

¡Cuánto amor se irradia! ¡El mundo lleno de amor! ¿Cómo no llorar?