7 de noviembre de 2006

El demonio o nosotros mismos... ¡Pero siempre tentados!


"Es en la lucha contra las tentaciones, es donde se forjan determinadas virtudes, no todas ni mucho menos, pero hay algunas virtudes que sólo se forjan en la lucha, y después vamos a ver que algunas sólo en la lucha contra la tentación. Hay una frase preciosa que repetían los santos padres y es ésta, sin el odio del verdugo no tendríamos la paciencia de los mártires, y ésta es una maravillosa verdad, sin el odio del verdugo no tendríamos la paciencia de los mártires".
Fragmento de la conferencia del P. Fortea "El demonio como instrumentum santificationis".
Sentado frenta a la computadora. Una ventanita de imágenes, otra más de "power point" y todavía una más con la música de Shakira, tratando de borrar las palabras pronunciadas por el P. Fortea en su conferencia, pero que he tenido el cuidado de "conservarlas" para leerlas una vez más. Dicen que Dios te habla de maneras misteriosas, pero en ningún momento imaginé que pudiera usar el mp3. Aquí, sentado, luchando contra mí mismo.
"¡¡¡Lucharán a dos de tres caídas, sin límite de tiempo!!! ¡En esta esquina los técnicos, la razón, la voluntad y los deseos! ¡En esta otra, los rudos, los rudos, los rudos, el desánimo, la pereza y los sentimientos!
La confrontación suele ser intensa, y a veces los "rudos" ganan... ¡Como ahora! Y me detengo a pensar en los momentos que vienen, que van, que pasan. Pienso, escucho, medito... ¡Pero no hago!
Una vez más. Año con año llegan las estaciones. Momento a momento llegan las sensaciones...
Extraigo lo que puedo de cada palabra del P. Fortea - "es en la lucha contra las tentaciones donde se forjan determinadas virtudes" -, y trato lentamente de digerirlas. Tentaciones. ¡Tentaciones! ¿Tentaciones? ¡Mmmm! ¿Qué "desgraciadas" tentaciones? ¿Cuál es el motivo por el cuál no me pueden dejar en paz? Forjar virtudes... ¡Ajá! ¿De qué quieres tu helado, Dios? Vengo intentando forjar virtudes... Creo que esa parte de mi alma se ha oxidado. Claro que para luchar hay que tener la voluntad de enfrentarte a esas tentaciones. Pero, ¿y si esas tentaciones se han hecho parte de tu vida? ¿Y si en algún momento de esa lucha las he abrazado y me aferro a ellas? ¡Mmmm! Creo que el caso se está
complicando...
"Bueno, ¿911? Tenemos una emergencia. Acaba mi alma de sufrir un atentado... Se está desgarrando lentamente".
Hay de visiones a visiones. Y la visión que me persigue como fantasma en pena, es la de ser un gran, pero gran hombre de bien. ¿Y cuándo se aparece el mal? ¡Chispas! ¡Ahí es el problema!

Rayos, el ruido de la música me atormenta... Pero me atormenta también el silencio. Me obliga a pensar. ¡Y lo que menos quiero ahora es pensar! ¡Odio pensar en lo que está pasando! Es como ver mi propio camino al Holocausto...
"Las manos atadas a la espalda. Camina con la mirada perdida. Pero con el pensamiento hacia el cielo. Observa cómo las llamas del infierno se abren ante sí, pero no se inmuta. Camina, tan lentamente que los segundo pueden contar sus pasos. No puede detenerse. Sólo ve cómo por el camino los sueños preparan sus maletas para luego irse. Se ha perdido todo... ¡Ha ganado su nada! Sus andrajosos harapos son sólo la muestra externa de su desgarrado interior. Sigue sus paso. Sus huellas han quedado marcadas en el camino como lo que fue: primero fuertes, luego débiles y ahora casi arrastrándose. Está a punto de caer en ese abismo de fuego..."
Durante esta época del año suele llover mucho. Ver caer las gotas a través de la ventana o escucharles en la caída que ha de inmolarles, es de lo más maravilloso en este mundo... Creo que, pensando un poco en este detalle, me fascina porqué es ver cómo puede el agua "lavar" las cosas del mundo... Como con el agua todo se detiene... Las calles vacías, el silencio "mundano", la paz... Es lindo ver todo aquello que gira en torno a una simple lluvia. A mí me detiene el ritmo de vida. Y a casi todos...
Pero, además admiro la lluvia por algo que yo no tengo: "agua". ¿Agua? ¿Cómo que agua?

"¡Extra, extra! Se buscan lágrimas. Hombre solicita a quien le pueda dar lágrimas para poder llorar!".
Me pongo a pensar en el tiempo... ¿Qué es el tiempo? ¡Ops! Perdón, no por ahí iba... Me pongo a pensar en el tiempo que no he llorado. ¿Llorado? ¿Para qué quieres llorar? ¡Me parece un disparate! Por ahí leí que después de la "tormenta la calma llegará" (¡Ja! Cualquier coincidencia con una canción, es pura casualidad). Otro, mejor; he leído por ahí que el llanto ayuda a liberar cosas que nos pesan... Imagínense cargar con años y años de peso injustificado, por no tener las lágrimas para descargarlas...
"¡Extra, extra! ¡Se buscan lágrimas para poder llorar!".
Y para terminar... La vida no acaba ahora... No queda más "remedio" que enfrentarnos a nuestros más grandes miedos... A veces se quisiera dormir o desaparecer para no tener que responder a las responsabilidades que nos exigen cuentas... Pero la vida no es fácil... Es linda, pero a veces hay que "ponernos las pilas"...

Yo aún estoy en el "bendito" camino... Puedo caer, quizás en momentos darme por vencido, quizás ya no quiera seguir... Afortunamente, hay ángeles que nos tienden la mano...
"Tan grande es Dios que no nos abandona. Envío ángeles para que vivan entre nosotros"...
Vive la vida... Cambio y fuera... Carpe Diem